Así empieza el cuento del chico de los recados, también conocido como el chaval para todo o el pobre chiquillo con estudios que pringa más que nadie y cobra ... bueno, mejor dejemos ese tema.
Seguramente muchos os sintáis identificados con esas primeras líneas. Se entiende que no se puede ser jefe nada más entrar a trabajar a una empresa y que hay que empezar desde abajo para ir subiendo, pero ¿cuánto tiempo se necesita para subir?
En un principio, las empresas cogen becarios para ayudarles a completar su formación teórica y práctica, a los que pueden pagar o no. Pero estos acaban siendo explotados por sus jefes, que les encargan trabajos que algunas veces no tienen nada que ver con lo que han estudiado, o es que no habéis oído hablar de “el chico de los cafés”.
Puede sonar triste, pero es así, teniendo en cuenta que estamos en tiempos difíciles, en los que no hay trabajo y las empresas hacen recortes, se están aprovechando de esos jóvenes ambiciosos que están dispuestos a hacer cualquier cosa sin protestar con tal de comerse el mundo. Y si se niegan a hacer lo que se les pide, ¡da igual!...será por becarios.
Harta estoy de oír “da igual, déjalo, ya lo hará el becario”. Señores empresarios, ¡los becarios son personas no máquinas! Tenéis que formarles, enseñarles el funcionamiento para que, al final del periodo de aprendizaje, conozcan todos los entresijos de la compañía y pasen a ser un empleado más, con su horario, su sueldo y su trabajo digno.
Confío en poder pasar algún día de ser la chica de las fotocopias a ser jefe de redacción.
Alexandra A.Gutiérrez